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Comiendo Saludable En La Oficina

Los alimentos que consumimos tienen un efecto en nuestra vida que va más allá de la salud física. De acuerdo a un estudio de la Universidad de Harvard, los alimentos que consumimos tienen un impacto directo sobre nuestro desempeño cognitivo, es decir, sobre nuestra productividad.

 

Para que nuestro cerebro pueda funcionar adecuadamente, necesita un flujo constante de glucosa, molécula que obtenemos principalmente de los alimentos con carbohidratos. Pero, recordemos que no todos los alimentos tienen el mismo efecto en nuestro organismo. No se trata de comer grandes cantidades de galletas, pizza o pasta; estos alimentos se absorben muy rápido y aumentan nuestra glucosa en sangre, para luego hacerla caer de forma abrupta, lo que nos hace sentir sin energía, desconcentrados y muy hambrientos.

Podríamos pensar entonces que, si agregamos grasas, la energía irá llegando de forma más lenta y sostenida, lo cual es cierto, pero los alimentos muy ricos en grasas, requieren que nuestro sistema digestivo trabaje intensamente, reduciendo los niveles de oxígeno en nuestro cerebro y desconcentrándonos más.

Entonces, ¿cómo deberíamos comer? Te comparto algunos tips:

Planifica

no esperes a que el hambre aparezca, porque elegirás los alimentos que se te antojen y no los que necesites. Prepárate con opciones nutritivas elaboradas en casa.

Desayuna fibra y proteína

incluir en tu desayuno alimentos ricos en fibra como la avena o la fruta y, alimentos ricos en proteína como el huevo, permitirán que tu flujo de glucosa en sangre sea estable, consiguiendo así, una mejor claridad mental y mayor concentración.

Aléjate de los jugos

Muchas veces los percibimos como excelentes opciones para el desayuno o refacción, ya que son prácticos y los consumes en poco tiempo. Sin embargo, los jugos carecen de fibra, generalmente aportan muchas calorías y poca saciedad, además de que han perdido gran parte de sus nutrientes.

Más cáscaras y menos empaques

Aléjate de los snacks procesados y prefiere la fruta, semillas, quesos bajos en grasa, sticks de vegetales con guacamol, pan integral con huevo y, muy importante, mantente hidratado consumiendo suficiente agua a lo largo del día.

Recuerda que lo que comes no solo afecta cómo te ves, también cómo te sientes y cómo enfrentas los retos de cada día. ¡Elige cómo quieres sentirte hoy!

Licda. Marlyn García
Nutricionista 

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